La masa de hojaldre es muy apreciada entre los amantes de
la cocina y bien es cierto que casi siempre se compra ya precocinada para
ahorrarse tiempo, pero yo os animo a que en estos días preparéis una verdadera
plancha de hojaldre y comprobéis en vuestros paladares la diferencia en un
hojaldre comprado y un señor hojaldre casero, sólo puedo decir cosas buenas de
él. Lleva un poco de tiempo pero su sabor hace que nos traslademos hasta de
universo.
En estos meses he probado diferentes formas de hacerlo,
pero finalmente me quedo con ésta, la elaboración no es de las más largas
que he experimentado y los resultados son de diez. Podéis usarla tanto para dulce como
para salado, ya que la masa es neutra, será el relleno el que le de la personalidad.
Os dejo fotos del proceso para que sea más didáctico. Sólo
me queda desearos feliz Nochebuena!!!
Masa de hojaldre
Ingredientes
- 500 grs. de harina
- 250 grs de agua
- 60 grs. de mantequilla
- 8 grs. de sal
- 350 grs. de mantequilla
Elaboración
Habrá que hacer el “plastón” (este es su nombre), en un
recipiente grande colocar en montaña la harina y en medio echar el agua, la sal
y los 60 gramos de mantequilla ya derretida. Amasar con fuerza pero no
trabajarla mucho. Hacer una bola y con un cuchillo marcarle una cruz bien profunda,
dejarla en la nevera entre una o dos horas.
Transcurrido este tiempo, colocar
la masa en la superficie donde se va a trabajar con el rodillo. Guiándonos por
la cruz que se hizo estirar la masa abriéndola cómo si de un libro se tratara,
en los dos lados debe quedar la misma cantidad.
Cuando ya está bien estirada, se coloca los 350 gramos
de mantequilla (a temperatuda ambiente) y se estira el ancho de la plancha y como si se tratara de un
paquete, vamos superponiendo las dos capas.
Ahora el bloque de mantequilla ha
quedado “envuelto” por la masa, entonces es el momento de ablandar el hojaldre golpeando el
paquete. Poco a poco se irá manejando y podremos estirarlo con el rodillo,
formando un rectángulo, siempre se trabaja en una sola dirección. Doblarlo en
tres, como si fuera un tríptico y girarlo 90 grados hacia un lado y volver a
extenderlo con el rodillo hasta formar otro rectángulo como el primero. De esta
manera construimos las capas tan conocidas y apreciadas del hojaldre.
Así diríamos que llevamos “dos
vueltas”, ponerlo a la nevera 20 minutos y repetir los pasos de formar el rectángulo o capas, así mínimo
dos veces más, dando en total 6 vueltas a la masa.
Cuando ya hemos terminado estos
pasos, dividir la masa en dos y hacer dos planchas iguales, colocar una de
ellas en la bandeja del horno (con un papel vegetal) y rellenar con el
ingrediente elegido. Colocar la otra plancha y cerrar los bordes.
Con un tenedor hacer pequeñas
incisiones para favorecer su cocción y barnizar con el huevo batido.
Cuando ya hemos llegado a este
punto, dejamos en la nevera la bandeja mientras se calienta el horno, es muy
importante introducir el hojaldre estando frío, para que la masa suba por
contraste de la temperatura.
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