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Confitura de Tomate y Naranja




Menudo éxito ha tenido esta  receta en casa, mmmm llevo semanas relamiéndome jijiji y probando la confitura con todo lo que se me ocurre, en dulce, salado, para desayunar, para la merienda, la cena... Con todo va genial, su sabor es perfecto para estas fechas, puesto que ya sabemos que tanto la naranja como el picante nos ayudan a combatir el frío y nos producen endorfinas y he pensado que es una buena proposición para las fiestas.

Imaginaos un asado de cerdo o cualquier tipo de ave con la confitura bien untada, para una cena o comida familiar en estos días o como acompañamiento a un buen paté o queso, será el toque perfecto para dejar boquiabiertos a los comensales y disfrutarlo en compañía.

Además el toque picante le da un punto exótico, que acompaña a la sutileza del tomate y el carácter de la naranja. En nuestro caso el chile proviene de la planta que creció de una semilla del mercado de Xochimilco (D.F. México); tras “platicar” un rato con el dueño de un vivero nos regaló un chile que en un principio nos dijo que era de árbol. Claro que el clima de Madrid no es el mismo, pero a finales de este verano la plantita creció y empezó a florecer y luego vinieron los chiles. Ahora están negros más que rojos y por lo que hemos investigado por internet nos recuerda más a la clase de chile chilaca que de árbol, pero de todas maneras es “bien picoso”. Esto es una mera anécdota, pero cualquier tipo de chile o cayena irá perfecto.

Esta confitura es todo un descubrimiento que os recomiendo y espero que lo saboreéis tanto como nosotros y con esta entrada doy por inaugurada la temporada de recetas navideñas, que por cierto en estas fiestas habrá dos publicaciones temáticas por semana.

 
Confitura de Tomate y Naranja

Ingredientes

  • ½ kg. de tomates rojos
  • 1 naranja bien hermosa
  • ¼ kg. de azúcar
  • 1 cayena o chile sin pepitas (elegir el tamaño según os guste el picante)


Elaboración

Lo primero de todo será lavar, pelar y trocear los tomates, que se pondrán en una cacerola. Con un cepillo se lava la naranja bajo el grifo y se trocea (con la cáscara) en trocitos bien pequeños, se incorpora al tomate partido, se cubren de agua y se deja macerar 12 horas al fresco.

Pasado este tiempo se coloca al fuego y se le añade el azúcar, con una cuchara de madera se remueve periódicamente y se cuece a fuego lento hasta que reduzca en liquido y se caramelice el tomate junto con la naranja. A mitad de la elaboración se pica el chile y se añade.

Es muy aconsejable darle este punto de caramelización  por lo que en los últimos momentos tendremos que estar muy pendientes de su cocción removiendo con la cuchara.


Ya me contaréis cómo la habéis utilizado.

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